No sé que escribir hoy.

Pero os puedo contar lo que sucede a mi alredor.
Sobre un fondo de interrumpido teclear se desparraman a un volumen contenido cientos de canciones que, reproducidas por un eterno Spotify, parecen salir de mi memoria. Creo que esta lista de reproducción tiene canciones de cada uno de los días de mi vida musical.
A Ópera y a Thalassa ya os la presenté.
A mi derecha está la mayor, sentada, mirándome fijamente, sin pestañear, con las orejas tiesas. Es increible la cantidad de tiempo que se puede pasar así.
A mis piés su hija, sobre una pequeña alfombra que tengo bajo la mesa. De vez en cuando la oigo suspirar.
Humo… suena graceland…

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